martes, 30 de junio de 2009

LOS CULPABLES DE LA GUARDERÍA ABC DE HERMISILLO


Es un hecho indignante la muerte de los 48 niños en la guardería subrogada del IMSS en Hermosillo. La tragedia es inadmisible bajo cualquier punto de vista. Pero la realidad nos dice que es lo común en nuestro país.

Se clama justicia. Los medios, los políticos y los gobiernos pretenden capitalizar esta desgracia para sus intereses. Se piden culpables y el pueblo pide “venganza”. Pero, …¿quienes son los culpables? ¿Los empleados mal pagados? ¿Los dueños que tienen los permisos y las supervisiones aprobadas? ¿Los funcionarios menores? ¿El Delegado o el Director del IMSS? Simples piezas de un sistema. ¿Santiago Levy, que en su calidad de Director del IMSS creó las guarderías subrogadas? O el Estado Mexicano. O todos los mexicanos que hemos permitido el modelo económico que ha hundido al país y beneficiado a muy pocos.

El modelo económico ha condenado a los pobres a ser más pobres, al Estado a reducirse al máximo y le ha abierto totalmente las puertas al Mercado, para que maneje el país como una maquiladora, en dónde la clase política juega el papel de capataz. La implantación irracional del modelo neoliberal en base a un pantano de corrupción histórica, muestra en todos los ámbitos de la vida nacional un dramático retroceso en los índices de bienestar, crecimiento y desarrollo. El país se ha empobrecido, el pueblo se ha depauperado, la naturaleza se ha contaminado, para que las empresas trasnacionales y un puñado de criollos se hagan inmensamente ricos.

¿Quién es el culpable del asesinato de los niños de Hermosillo? El modelo económico y los mexicanos que lo hemos aceptado sumisamente, sin exigir los derechos que supuestamente tiene una sociedad moderna y democrática. México, desde esta perspectiva sufre las consecuencias de una tiranía despótica y deshumanizada. La dictadura del Mercado. El “modelo económico” implantado desde 1521 no beneficia al pueblo.

Cada niño cuesta mensualmente en una guardería del IMSS más de siete mil pesos. Santiago Levy “inventó” las guarderías subrogadas, en las que el Estado a través del IMSS, convierte una responsabilidad en un negocio para los funcionarios, parientes y amigos. En efecto, las guarderías subrogadas reciben dos mil quinientos pesos por niño, casi cinco mil pesos menos que las del IMSS, con ese dinero, tienen que dar “un servicio”, poner infraestructura, pagar personal y sobre todo, tener ¡una ganancia¡

Y ese es el punto. Sabemos que todos “los negocios” de los funcionarios-empresarios de los tres niveles de gobierno cuentan con todo el apoyo y “comprensión” para salvar…“pequeños detalles” de seguridad, equipo, mantenimiento, capacitación, personal, dirección y control.

Sí en este momento se aplicara estrictamente la ley a todos los negocios de los funcionarios-empresarios, le aseguro que casi la mayoría tendrían que cerrar por incapacidad de dar un buen servicio o ofrecer un producto de calidad y por no contar con normas de seguridad. Se lo aseguro, porque estos niveles ni siquiera los tienen las instituciones gubernamentales que ofrecen servicios al pueblo, como son salud, educación y transporte, por citar tres ejemplos.

Pero también esto sucede en la indicativa privada, en donde las empresas que cuentan con respaldo político, sean nacionales o internacionales evaden cínicamente estas responsabilidades y las que no tienen el respaldo político lo hacen a través de la corrupción. La tragedia de Pasta de Conchos en Coahuila, es solo una muestra reciente. De esta manera, el pueblo, los trabajadores y sus hijos, vivimos en la total indefensión frente a la voracidad y la corrupción de los operadores del modelo económico neoliberal, tanto en el sector público como en el privado.

¿Quién es entonces el culpable del asesinato de los niños mártires de Hermosillo? El modelo económico y los mexicanos que lo hemos aceptado sumisamente.

domingo, 28 de junio de 2009

Guardería ABC de Hermosillo, un crimen de Estado.


Los criollos en el poder se cubren unos a otros. El costo mensual de un niño en una guardería del IMSS es de más de siete mil pesos. El señor Santiago Levy Algazi pensó que era mejor negocio subrogar las guarderías para que “particulares” hicieran jugosos negocios –todos ganan- en el gobierno.

De esta manera los hijos de los trabajadores serían atendidos por empleados mal pagados, sin capacitación y con instalaciones sin las condiciones de bienestar y seguridad requeridos, pero a un costo de dos mil quinientos pesos por niño. Ganando el IMSS que se ahorraría miles de pesos por niño y ganado “los particulares”, entiéndase: funcionarios, sus parientes y sus amigos. Gran negocio en todo el país a costa de la responsabilidad del Estado Mexicano de proteger y asegurar el bienestar de los hijos de los trabajadores. El águila protectora, símbolo del IMSS, se convierte en un zopilote de muerte por el neoliberalismo.

Ahora el señor Daniel Karam Toumeh, judío igual que Levy Algazi, cubre las huellas de los criminales y de la red de abusadores en todo el país, al esconder los nombres de todos los propietarios de las guarderías subrogadas de México.

La tragedia de la guardería ABC de Hermosillo es un crimen de Estado. Los criollos en el poder desde 1821 han hecho de este país, su gente y sus recursos naturales, una fuente al parecer, inagotable de riqueza para unos cuantos.

Cuarenta y ocho niños muertos, que estaban bajo la custodia del Estado Mexicano, son una afrenta para el pueblo de México frente al gobierno criollo.

Porque los criollos en este país, “su país”. Tienen sus propias guarderías, escuelas, centros sociales, clubes deportivos, templos y exclusivas zonas habitacionales, perfectamente vigiladas y separadas del populacho. Esta tragedia no puede darse en guarderías de hijos de los criollos. Sí los niños muertos fueran israelíes, libaneses o españoles, seguramente el asunto sería tratado de otra manera. Todo el peso de la ley y todas las instituciones del Estado estarían tras los culpables.

La muerte de estos cuarenta y ocho niños es una afrenta al pueblo, y un crimen de Estado.

sábado, 6 de junio de 2009

ANULAR EL VOTO ....La tormenta que derramó el vaso.


Cada día más gente se da cuenta en todo el mundo, que la “democracia electorera” es el engaño más pernicioso con el que los dueños del dinero, “los mercaderes”, gobiernan los pueblos en favor de sus perversos intereses, a través de sus “empleados-títeres” llamados políticos.

Efectivamente, en México, cada día las grandes masas llamadas “pueblo”, se ven más pobres, con más dificultad para tener un trabajo, cada día se reducen o pierden las prestaciones laborales, el costo de la vida se encarece, el Estado no solo los abandona, sino se pasa abiertamente del lado de los poderosos grupos empresariales. El Estado ha asumido una posición de esquirol o antimotines de los intereses de los ricos del mundo.

Ante las próximas elecciones, ha empezado a surgir un movimiento ciudadano de carácter espontáneo para que, el ciudadano común, anule su voto como rechazo al sistema político que nos gobierna. Es el único recurso que tiene, pues “la mafia institucional” no lo permite tener “candidatos ciudadanos”.

La única forma que tiene el ciudadano común de decir “ya basta” a tanta ineptitud, corrupción y cinismo, de toda la clase política que se ha apropiado del BIEN COMÚN más valioso del pueblo, que es SU GOBIERNO, es anular su voto y no “legalizar” un sistema explotador del pueblo, de cualquiera que sea el color del partido que este en el poder.

En efecto, a los mercaderes y sus empleados, los políticos, se les olvida que “EL GOBIERNO” le pertenece al pueblo. Es el “bien común” más preciado porque con él, se asegura el bienestar, desarrollo y destino de la Nación.

El problema surge cuando un puñado de sátrapas, se adueña del gobierno y ponen a trabajar en él a sus empleados. Las elecciones solo son la manera en que el pueblo valida a los “empleados” de los mercaderes, y cree que con esta acción es libre y se autodetermina su destino. Totalmente falso.

El IFE trata de hace creer al pueblo (con los miles de millones de pesos gastados en publicidad) que con su participación en las elecciones (votando y siendo funcionario de casilla), esta cumpliendo con una “acción ciudadana” que le asegura bienestar y futuro, para él, su familia y su comunidad. Pero eso, como se ha visto, es totalmente falso. Además, con nuestro dinero pagan costosas elecciones fraudulentas, pues todos hacen trampa contra todos. Los que votan solo aseguran trabajo bien pagado a la burocracia electorera. Espléndidos salarios, gratificaciones y bonos a los empleados de los mercaderes que trabajan como: presidentes, diputados, senadores, y por supuesto, mantener y legalizar el poder de los dueños del dinero. El sistema esta inmerso en la corrupción desde su base.

En primer lugar, los partidos son instituciones corruptas, que luchan internamente y externamente por el poder: la ideología, los valores, el pueblo, la Nación, no les interesa. En segundo lugar, los candidatos los ponen los que tienen el poder, es decir, el dinero. Por esta razón la gente decente y honorable no se mete en política. La política se sustenta en la corrupción y la demagogia. Corrupción, porque para ser candidato tiene que estar “muy bien apoyado” con influencias en el poder político y “con dinero” para pagar los altos costos de las campañas. Demagogia, porque los candidatos prometen defender los intereses de los votantes, pero cuando son elegidos, obedecen ciega y mansamente a los intereses de quienes los pusieron verdaderamente en el poder.

La democracia es la manera “legal” en la que los dueños del dinero someten “un bien público” a favor del “interés privado”. Anular el voto es demostrarle a los dueños del dinero que no nos engañan. Que la democracia es un perverso mecanismo para someter a los pueblos a los intereses mezquinos de la iniciativa privada, local y foránea.

No solo basta decir no a esta farsa, que malignamente pone a luchar a hermanos contra hermanos por un poder ilegítimo. Se debe pensar cuál puede ser una forma de gobierno y administración para lograr el bienestar, la justicia y el desarrollo de toda la sociedad. Nos han engañado con el dogma de que “la democracia es la mejor forma de gobierno”. La pequeña historia de la democracia electorera que nació apenas en 1776 con la creación de Estados Unidos, en poco tiempo ha llevado al planeta a un crisis mundial, no solo por la injusticia en el reparto de las oportunidades y la riqueza, sino por la estúpida forma de depredar la naturaleza y enajenar a los seres humanos en un consumismo suicida y estéril.

Tal vez, sería muy interesante buscar en la milenaria experiencia humana, antiguas formas de gobierno que, sean más humanas, justas y que propicien un desarrollo biófilo del mundo y la vida. Debemos de romper el paradigma.