martes, 21 de octubre de 2008

¿PARA QUIENES TRABAJAN LAS TRASNACIONALES?


En todos los países donde se ha debilitado las instituciones del gobierno, las fueras económicas trasnacionales han ido ganado espacios de poder y control, no solo de la economía, sino de la sociedad en general.


Es el caso de México, que a la entrada de las administraciones, primero llamadas tecnócratas y ahora globalizantes, se ha ido empobreciendo de manera alarmante. En efecto, cada día los pobres se multiplican y se hacen más pobres, y los ricos cada vez se hacen menos y más ricos.
Cada día las condiciones de vida de los ciudadanos se precipitan a niveles infrahumanos. La alimentación es más cara, con mayores ingredientes químicos y de menor calidad. La producción, transformación, distribución y comercialización esta en manos de grandes empresas trasnacionales. La industria agropecuaria se ha desplomado por las importaciones masivas, la operación de estos grandes consorcios internacionales y las erráticas disposiciones del gobierno. El hambre se ha vuelto un lucrativo negocio trasnacional.


La salud es otro gran problema que tiene el mismo origen. Las industrias farmacéuticas trasnacionales han logrado que el Estado mexicano regule la producción y distribución en su beneficio, con el con sabiente derrumbe de los laboratorios nacionales y la falta de investigación. Se ha ido presionando poco a poco, desde el gobierno para favorecer los intereses trasnacionales en materia de salud. El saqueo y sabotaje que han ido sufriendo la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE, desde los niveles más altos, ha destruido decenios enteros de lucha social por la salud de todos los gobiernos nacionalistas posrevolucionarios. El objetivo es privatizar la salud y entregarles a los laboratorios y capitales trasnacionales la salud del pueblo de México. La enfermedad como un negocio lucrativo.


La educación es otra de las víctimas de esta estrategia globalizadora. La idea es de, no solo privatizar la educación, sino que esta se divida muy claramente en dos vertientes. La educación de las elites y la educación de las masas. El modelo es una educación deshumanizada, pragmática y “productivista” para desalentar la inteligencia, la crítica y la conciencia social. Formadora de gente individualista, materialista, codiciosa-consumista y competitiva, sin ninguna conciencia social. La ignorancia y enajenación como un prospero negocio.


La globalización ha presionado debilitando al Estado mexicano, que fue revolucionario, nacionalista y con un fuerte compromiso social. Se destruyó al PRI desde adentro del gobierno y desde muy arriba, siguiendo las instrucciones del BM, FMI, OMC. Es cierto que el PRI era una “dictadura de partido”, pero también es cierto que a pesar de sus errores hasta antes de la llegada de los tecnócratas-globalizadores. Las condiciones de vida del pueblo en general eran mucho más altas que las que actualmente tiene. Que el mismo gobierno, era más rico y poderoso. A pesar de la “dictadura de partido” existía cierto orden y acuerdo entre todas las fuerzas sociales y políticas. Existía un rigurosa y compleja “normatividad no escrita” en la que se operaba políticamente, comenzando con el presidente.


Las poderosas fuerzas económicas trasnacionales lograron destruir al PRI y su dictadura de partido para imponer “su democracia”. La democracia de las fuerzas económicas es la guerra de todos contra todos y el debilitamiento del Estado y el gobierno frente a sus intereses. Mientras todos “democráticamente” se estén dando hasta con la cubeta, las empresas trasnacionales ganarán espacios en contra de los derechos de los trabajadores, los intereses de las medianas y pequeñas empresas y comercios. En contra de las comunidades indígenas y campesinas. En contra de los recursos naturales y la ecología. El canibalismo político y el debilitamiento del Estado como el mejor medio para realizar lucrativos negocios sin ninguna defensa del pueblo.


Nuestros dirigentes no se dan cuenta, en medio de su lucha fratricida, que le están haciendo el trabajo a las fuerzas del Mercado. Es tanta su ambición por el Poder, que no les importa hundir al país. Pero esto no solo se da en México, sino en todos los países donde el Mercado le ha ganado la partida al Estado.La pregunta es saber, ¿qué pretenden los hombres y empresas que poseen el poder económico mundial? ¿A dónde quieren llevar a la humanidad con este frenesí por el dinero?El planeta se dirige a una crisis ambiental por su deshumanizada y estúpida explotación. Los pueblos de los países del mundo, cada día se hacen más pobres y se embrutecen más. Llegará un día en que el planeta se colapse ecológicamente y los seres humanos dejemos de serlo y nos convirtamos en una masa cancerigena sin alma y sin espíritu. ¿Será ese su objetivo? Y si así lo es… ¿para quien trabajan?

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