miércoles, 8 de octubre de 2008

UN MUNDO GLOBALIZADO.


No sólo la historia la escriben los vencedores... también el presente y el futuro. La cultura Occidental es la dueña del mundo desde el siglo XVI. “Los mercaderes” que impulsaron y financiaron la conquista europea del mudo a partir de 1492, han logrado vencer primero a los reyes, después a los imperios, a las iglesias, a las dictaduras de Estado y recientemente a las Repúblicas Democráticas. Por fin se impuso el imperio de el dinero o como dicen ahora con eufemismo... “El Mercado”. Como parábola, es necesario que Jesucristo los venga ha echar del templo y del corazón de los humanos.

El sueño dorado de “los mercaderes” es la Globalización. Por fin un mundo sin fronteras, sin gobiernos, sin religiones, sin diferencias culturales, una masa amorfa de gente que sólo se diferencie por su capacidad de producir y su capacidad de comprar. Todos vistiendo igual, la diferencia serán las marcas y las calidades, todos pensando y deseando los mismos productos, todos venerando al becerro de oro y todos santificando su símbolo... el papel bancario, adorando sus templos llamados bancos y sacralizando sus catedrales llamadas “Bolsa de Valores”. Todos los seres humanos del mundo educados y formados por las cadenas mundiales de T.V.

Por fin un mundo en manos de los mercaderes, que no tengan que darles cuentas a los gobernantes, ni a los jerarcas de las iglesias, ni a la sociedad civil organizada. Con una administración que no gobierno, sin penosas cargas tributarias, sin capacidad para supervisar las regulaciones ambientales, sin censuras comerciales, sin defensas a consumidores. Eso sí, una administración “esbelta” pero eficiente en la represión de los que osen romper las sagradas “reglas del Mercado”. Una administración dócil y comprensiva con “los mercaderes” amos y señores del mundo. En síntesis, un mundo sin fronteras y gobiernos; sólo con administraciones territoriales donde gobierne el Mercado sin ninguna responsabilidad social, moral, ni histórica.

La modernidad desde hace quinientos años se entiende en esencia como la occidentalización. Los países premodernos se entienden como pre occidentales, las sociedades subdesarrolladas no son otra cosa que, su occidentalizadas o en vías de occidentalización. Los países y sociedades que no sean Occidentales son considerados como “tradicionales”, entiéndase como primitivas, autóctonas, indígenas. Incapaces de entender, asimilar, producir y reproducir la forma de vida de Occidente.

La globalización es entonces, que todos los pueblos del mundo dejen sus milenarias formas de entender y percibir el mundo y la vida y, asuman ciegamente la forma de ver y entender el mundo y la vida de la sociedad Occidental.Cuáles son entonces los valores y principios de la cultura Occidental?

En principio diremos que Occidente no es una civilización antigua y con origen autónomo. Es un sincretismo de las culturas: grecolatina, judeocristiana y germánica; las cuáles a su vez se apropiaron conocimientos de las civilizaciones Mesopotámica, Egipcia, China e India y una fuerte influencia de la cultura musulmana, sobre todo la zona mediterránea.

La cultura Occidental es necrófila, pues se sustenta en la guerra, el comercio y el culto a la materia. Entiende al ser humano como amo del mundo y su misión histórica es, “dominar, transformar y explotar a la naturaleza”. El occidental es un depredador de la naturaleza, sean estos animales, plantas, bosques, montañas, ríos, mares o la misma atmósfera. Para Occidente la tierra y los seres vivos, incluidos los seres humanos “no europeos”, son un medio para enriquecerse. Los occidentales no crearon ninguna religión y sólo se han apropiado y usado otras, por consiguiente, Occidente no ha tenido ningún “Maestro o Mesías”, como las antiguas religiones del mundo civilizado. El único propósito social de Occidente en la historia reciente ha sido “El dominio y la explotación” de los pueblos y territorios del planeta.

Sus valores hoy se traducen en el individualismo, la riqueza material, el consumo, la violencia, el materialismo, la tecnología deshumanizada entiéndase como la ciencia sin sabiduría, la intolerancia, el racismo.

Estados Unidos es hoy la vanguardia de Occidente. Es la sociedad a copiar es quien impone las modas y los estilos de vida. Estados Unidos es el futuro, el progreso, el ejemplo, es en síntesis “el sueño mundial” por alcanzar.

Sin embargo, Estados Unidos es la sociedad que teniendo el 5% de la población mundial, consume el 50 % de la producción de drogas en el mundo. Es la sociedad que contamina más a la tierra y en la que la violencia criminal ha llegado a las escuelas. En la sociedad paradigma de la globalización, no existe la familia y es la población que tiene más armas per capita en sus casas.

Nuestros gobernantes celebran e impulsan el camino a la globalización. Será este tipo de globalización lo único que podamos compartir todos los humanos del planeta. Es decir, la Coca Cola, Kodak, Marlboro, Sony, Honda, Star Wars y todo lo que usted, amable lector, ya conoce. Estar globalizado es estar estandarizado en el consumo chatarra y decadente de Estados Unidos.
¿Debemos entender la globalización como la imposición a ciegas del modo de entender y vivir la vida, como los occidentales?

¿Es necesario que dejemos de ser, como hemos sido a lo largo de generaciones, para progresar? Eso es progreso? ¿Eso es bienestar? ¿Ese es el único futuro?

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